Talleres de Oración y Vida. Padre Ignacio Larrañaga. Sevilla. TOV. Talleres. Oración. Vida. Ignacio. Larrañaga. Experiencia de Dios.
lunes, 23 de diciembre de 2013
domingo, 24 de noviembre de 2013
sábado, 16 de noviembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
HOMILIA DEL HERMANO CAPUCHINO MIGUEL ANGEL ARIZ, VICARIO PROVINCIAL,EN EL FUNERAL DEL PADRE IGNACIO LARRAÑAGA.
En este día domingo en que Jesús resucitó y venció a la muerte, nos hemos reunido para celebrar la Pascua de Jesús y la Pascua de nuestro querido hermano Ignacio Larrañaga. Estamos reunidos como una gran familia, en torno a Jesucristo resucitado, presididos por nuestro arzobispo, venidos de muchos lugares, de toda América Latina…
Acabamos de escuchar el evangelio de este domingo, en el que Jesús se encuentra con el publicano Zaqueo, que lo recibe con alegría en su casa, acoge su mirada, su Palabra: “hoy quiero hospedarme en tu casa”, experimenta la misericordia de Dios, y su vida cambia.
Nuestro hermano Ignacio Larrañaga conoció también a Jesucristo; acogió su mirada, su Palabra; Jesucristo se apoderó de su corazón, hasta convertirse en el centro de su vida, la pasión de su vida. Experimentó la misericordia de Dios, como Zaqueo, y dedicó su vida entera a comunicar esa Buena Noticia que le llenaba el corazón: el amor, la misericordia del Padre: “Si conocieran al Padre…” repetía una y otra vez… Por eso recorrió tantos lugares del mundo, escribió libros, habló con esa pasión que le caracterizaba. Parafraseando a Aparecida podemos decir que conocer a Jesucristo fue lo mejor que le ocurrió en la vida, y darlo a conocer a los demás fue su alegría más grande.
Conoció a Jesucristo ya en su hogar. Su mamá, María Salomé, una mujer piadosa, solidaria con los pobres, le enseñó rezar en su lengua vasca. Su papá, Mercelino, no era tan rezador, pero tenía una veta mística, que Ignacio heredó. Ese conocimiento de Cristo fue creciendo en los años de iniciación a la vida capuchina y preparación para el sacerdocio. Ignacio quería ser “capuchino, misionero y santo”. No todo fue fácil, Ignacio era un niño tímido, que apenas sabía hablar castellano cuando entró al seminario de los capuchinos. Al mismo tiempo, era piadoso, idealista, soñador y romántico.
Ignacio quería ser misionero en tierras lejanas. Tuvo que esperar 6 años, en que se dedicó a acompañar como organista en San Sebastián y Pamplona. A veces iba a confesar y predicar a algunos pueblitos. En uno de ellos, cuando tenía 29 años tuvo una experiencia que podríamos llamar “mística”: en una noche se sintió inundado por la ternura de Dios Padre. Ese acontecimiento, nos cuenta él, marcó su vida y su manera de relacionarse con Dios.
Con 31 años llega a Chile. Realiza misiones en los campos. Es párroco en esta parroquia. Al mismo tiempo que consejero provincial. Participó activamente en la gran misión de Santiago. Es el tiempo del concilio Vaticano II, que Ignacio, como tantos, lo vivió intensamente, como una verdadera primavera.
Como respuesta a la invitación del concilio de volver a las fuentes, el Hno., Ignacio, junto con otros franciscanos, da vida al Centro de estudios Franciscanos y Pastorales para A.L. (Cefepal), creando una fraternidad que estaba formada por Franciscanos y Capuchinos. Nuestro Hno. Ignacio se dedicó con tesón a la renovación de la vida franciscana, dando charlas y jornadas de oración y fraternidad en toda A. L., España y Portugal.
En ese tiempo ocurrió algo que fue decisivo en su vida, y que Ignacio lo vio como providencial. Cefepal iba viento en popa…Con todo, Ignacio vivió un tiempo de crisis profunda. Fue entonces cuando se retiró periódicamente a la montaña, exactamente al Cajón del Maipo, por medio día, día entero y al fin una semana…haciendo lo que después llamaría un tiempo de desierto, para estar a solas con Dios…Oró con los salmos, con el Evangelio…Gritaba como Francisco en el Alvernia: “Tú eres el bien, todo bien, sumo Bien, Dios vivo y verdadero”. Vivió el silencio, con María, la humilde y servidora. Vivió el abandono: Padre, me pongo en tus manos…Haz de mí lo que quieras. El nos cuenta que fue una verdadera “terapia intensiva” que le sanó…Dios fue purificando su corazón para trabajar por el Reino.
Años después dedicaría todo un mes de desierto en la Sierra de Gredos, en España, con la guía de S. Pedro de Alcántara, Teresa de Avila y Juan de la Cruz. Más tarde otro tiempo largo en los eremitorios franciscanos del valle de Rietti, en Italia.
Dios fue trabajando en su corazón; lo fue transformando con el fuego de su amor. Fue de ese horno ardiente de su corazón purificado por el Espíritu Santo de donde brotó la gran misión que llevó a cabo Ignacio, en los Encuentros de experiencia de Dios, que desembocaron en los Talleres de oración y vida, que fue como la culminación de su misión.
En su primer libro “Muéstrame tu rostro” y después en los encuentros de experiencia de Dios y en los Talleres Ignacio fue reflejando su experiencia de Dios. Acuérdense cómo nos decía: nadie se emborracha hablando de vino; es preciso beberlo”. No basta hablar de oración. No basta con hablar de Dios. Es preciso hablarle, y sobre todo, escucharle. Yo creo que por eso tuvo y tiene tanto eco nuestro hermano Ignacio, porque empezó viviendo él mismo lo que después nos invitaba a los demás. Bien sabemos cómo se levantaba siempre muy temprano, y lo primero era estar a solas con el Señor. Ahí estaba la fuente.
Su misión, en realidad, no era suya, sino de Dios. El mismo Ignacio, en la última página del libro “LA ROSA Y EL FUEGO” recordaba y se aplicaba a sí mismo la Florecilla en que Fray Maseo le pregunta a San Francisco de Asís: “por qué a ti, por qué a ti…Por qué toda la gente viene a ti…”. Y San Francisco le contesta: eso viene de Dios, que conoce a todos los hombres, y no encontró a nadie más inútil y pecador que yo. Po eso me eligió a mí, para que quedara bien claro que la obra es siempre de Dios.
Nuestro hermano Ignacio ha sido un regalo de Dios para todos nosotros, y para tantas personas en la Iglesia. Ha sido un regalo de Dios para su familia, como lo podrían decir su hermana Mary Carmen, y su sobrino Miguel Angel, que están hoy con nosotros. Lo ha sido para nosotros los capuchinos de Chile y para toda la Familia Franciscana. Ignacio fue para nosotros un hombre de Dios, humilde y humano, cercano, celebrativo. Fue un regalo de Dios para ustedes miembros de Talleres de Oración y Vida… El nos ha señalado a Cristo; nos ha invitado con pasión a ser personas de oración, para poder hacer fraternidad y trabajar por un mundo más humano y con menos sufrimiento. El nos ha invitado a dejar que Dios sea Dios en nuestra vida.
La hermana muerte lo encontró en plena misión, el domingo pasado, después de celebrar la última Eucaristía. Dios le regaló una muerte serena. Se quedó en el sueño, apoyando su mano en el rostro, como solía dormir. Dios le ha llamado junto a sí, y, al mismo tiempo, vive en nosotros.
Como Francisco de Asís antes de morir Ignacio nos dice: “he concluido mi tarea Que el Señor les ayude a vivir la suya”.
Les invito, hermanos, a preguntarnos cada uno: ¿qué me dice el Señor a través de este acontecimiento de la muerte de nuestro hermano? Este es un momento de pena y de gracia. De nosotros depende que acojamos el regalo de Dios, lo que Él nos quiere dar. Así podremos decir con el Evangelio : “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”.
Termino con unas palabras que Ignacio pronunció en este mismo lugar cuando falleció el Hno. Camilo. El sentía que Camilo le decía: “ ustedes están tristes por mi partida como si me hubieran perdido para siempre. Se equivocan. Estoy vivo, pero de otra manera…Aquí no nos entendemos con palabras, ni siquiera con pensamientos. Simplemente, estamos presentes, unos a otros, “en Dios”. Aquí todo es transparencia. Ustedes están presentes a mí, pero de otra manera, y los veo como criaturas mucho más preciosas que lo que ustedes mismos imaginan…Aquí desconocemos lo que ustedes llaman tristeza o ansiedad. Vivimos eternamente en un mar de serenidad y calma. Es lo que el corazón humano soñó desde siempre…Deben saber otra cosa: aquí hay un río caudaloso que no sólo recorre de parte a parte el paraíso,, sino también las arterias de todos los que habitamos aquí. Y el río se llama Amor, y el Amor se llama Dios. ¿Cómo les diré? He llegado a mi casa. He llegado a mi Patria. Para siempre. Ya no hay exilio. Dios me tiene cautivado, infinitamente pleno y dichoso, como no se pueden imaginar”… Su hermana Mary Carmen lo dice con toda la sencillez de la fe: “Ignacio está en el cielo”, y habita en nuestro corazón y nos anima en el camino.
Fray Miguel Ángel Ariz.
Acabamos de escuchar el evangelio de este domingo, en el que Jesús se encuentra con el publicano Zaqueo, que lo recibe con alegría en su casa, acoge su mirada, su Palabra: “hoy quiero hospedarme en tu casa”, experimenta la misericordia de Dios, y su vida cambia.
Nuestro hermano Ignacio Larrañaga conoció también a Jesucristo; acogió su mirada, su Palabra; Jesucristo se apoderó de su corazón, hasta convertirse en el centro de su vida, la pasión de su vida. Experimentó la misericordia de Dios, como Zaqueo, y dedicó su vida entera a comunicar esa Buena Noticia que le llenaba el corazón: el amor, la misericordia del Padre: “Si conocieran al Padre…” repetía una y otra vez… Por eso recorrió tantos lugares del mundo, escribió libros, habló con esa pasión que le caracterizaba. Parafraseando a Aparecida podemos decir que conocer a Jesucristo fue lo mejor que le ocurrió en la vida, y darlo a conocer a los demás fue su alegría más grande.
Conoció a Jesucristo ya en su hogar. Su mamá, María Salomé, una mujer piadosa, solidaria con los pobres, le enseñó rezar en su lengua vasca. Su papá, Mercelino, no era tan rezador, pero tenía una veta mística, que Ignacio heredó. Ese conocimiento de Cristo fue creciendo en los años de iniciación a la vida capuchina y preparación para el sacerdocio. Ignacio quería ser “capuchino, misionero y santo”. No todo fue fácil, Ignacio era un niño tímido, que apenas sabía hablar castellano cuando entró al seminario de los capuchinos. Al mismo tiempo, era piadoso, idealista, soñador y romántico.
Ignacio quería ser misionero en tierras lejanas. Tuvo que esperar 6 años, en que se dedicó a acompañar como organista en San Sebastián y Pamplona. A veces iba a confesar y predicar a algunos pueblitos. En uno de ellos, cuando tenía 29 años tuvo una experiencia que podríamos llamar “mística”: en una noche se sintió inundado por la ternura de Dios Padre. Ese acontecimiento, nos cuenta él, marcó su vida y su manera de relacionarse con Dios.
Con 31 años llega a Chile. Realiza misiones en los campos. Es párroco en esta parroquia. Al mismo tiempo que consejero provincial. Participó activamente en la gran misión de Santiago. Es el tiempo del concilio Vaticano II, que Ignacio, como tantos, lo vivió intensamente, como una verdadera primavera.
Como respuesta a la invitación del concilio de volver a las fuentes, el Hno., Ignacio, junto con otros franciscanos, da vida al Centro de estudios Franciscanos y Pastorales para A.L. (Cefepal), creando una fraternidad que estaba formada por Franciscanos y Capuchinos. Nuestro Hno. Ignacio se dedicó con tesón a la renovación de la vida franciscana, dando charlas y jornadas de oración y fraternidad en toda A. L., España y Portugal.
En ese tiempo ocurrió algo que fue decisivo en su vida, y que Ignacio lo vio como providencial. Cefepal iba viento en popa…Con todo, Ignacio vivió un tiempo de crisis profunda. Fue entonces cuando se retiró periódicamente a la montaña, exactamente al Cajón del Maipo, por medio día, día entero y al fin una semana…haciendo lo que después llamaría un tiempo de desierto, para estar a solas con Dios…Oró con los salmos, con el Evangelio…Gritaba como Francisco en el Alvernia: “Tú eres el bien, todo bien, sumo Bien, Dios vivo y verdadero”. Vivió el silencio, con María, la humilde y servidora. Vivió el abandono: Padre, me pongo en tus manos…Haz de mí lo que quieras. El nos cuenta que fue una verdadera “terapia intensiva” que le sanó…Dios fue purificando su corazón para trabajar por el Reino.
Años después dedicaría todo un mes de desierto en la Sierra de Gredos, en España, con la guía de S. Pedro de Alcántara, Teresa de Avila y Juan de la Cruz. Más tarde otro tiempo largo en los eremitorios franciscanos del valle de Rietti, en Italia.
Dios fue trabajando en su corazón; lo fue transformando con el fuego de su amor. Fue de ese horno ardiente de su corazón purificado por el Espíritu Santo de donde brotó la gran misión que llevó a cabo Ignacio, en los Encuentros de experiencia de Dios, que desembocaron en los Talleres de oración y vida, que fue como la culminación de su misión.
En su primer libro “Muéstrame tu rostro” y después en los encuentros de experiencia de Dios y en los Talleres Ignacio fue reflejando su experiencia de Dios. Acuérdense cómo nos decía: nadie se emborracha hablando de vino; es preciso beberlo”. No basta hablar de oración. No basta con hablar de Dios. Es preciso hablarle, y sobre todo, escucharle. Yo creo que por eso tuvo y tiene tanto eco nuestro hermano Ignacio, porque empezó viviendo él mismo lo que después nos invitaba a los demás. Bien sabemos cómo se levantaba siempre muy temprano, y lo primero era estar a solas con el Señor. Ahí estaba la fuente.
Su misión, en realidad, no era suya, sino de Dios. El mismo Ignacio, en la última página del libro “LA ROSA Y EL FUEGO” recordaba y se aplicaba a sí mismo la Florecilla en que Fray Maseo le pregunta a San Francisco de Asís: “por qué a ti, por qué a ti…Por qué toda la gente viene a ti…”. Y San Francisco le contesta: eso viene de Dios, que conoce a todos los hombres, y no encontró a nadie más inútil y pecador que yo. Po eso me eligió a mí, para que quedara bien claro que la obra es siempre de Dios.
Nuestro hermano Ignacio ha sido un regalo de Dios para todos nosotros, y para tantas personas en la Iglesia. Ha sido un regalo de Dios para su familia, como lo podrían decir su hermana Mary Carmen, y su sobrino Miguel Angel, que están hoy con nosotros. Lo ha sido para nosotros los capuchinos de Chile y para toda la Familia Franciscana. Ignacio fue para nosotros un hombre de Dios, humilde y humano, cercano, celebrativo. Fue un regalo de Dios para ustedes miembros de Talleres de Oración y Vida… El nos ha señalado a Cristo; nos ha invitado con pasión a ser personas de oración, para poder hacer fraternidad y trabajar por un mundo más humano y con menos sufrimiento. El nos ha invitado a dejar que Dios sea Dios en nuestra vida.
La hermana muerte lo encontró en plena misión, el domingo pasado, después de celebrar la última Eucaristía. Dios le regaló una muerte serena. Se quedó en el sueño, apoyando su mano en el rostro, como solía dormir. Dios le ha llamado junto a sí, y, al mismo tiempo, vive en nosotros.
Como Francisco de Asís antes de morir Ignacio nos dice: “he concluido mi tarea Que el Señor les ayude a vivir la suya”.
Les invito, hermanos, a preguntarnos cada uno: ¿qué me dice el Señor a través de este acontecimiento de la muerte de nuestro hermano? Este es un momento de pena y de gracia. De nosotros depende que acojamos el regalo de Dios, lo que Él nos quiere dar. Así podremos decir con el Evangelio : “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”.
Termino con unas palabras que Ignacio pronunció en este mismo lugar cuando falleció el Hno. Camilo. El sentía que Camilo le decía: “ ustedes están tristes por mi partida como si me hubieran perdido para siempre. Se equivocan. Estoy vivo, pero de otra manera…Aquí no nos entendemos con palabras, ni siquiera con pensamientos. Simplemente, estamos presentes, unos a otros, “en Dios”. Aquí todo es transparencia. Ustedes están presentes a mí, pero de otra manera, y los veo como criaturas mucho más preciosas que lo que ustedes mismos imaginan…Aquí desconocemos lo que ustedes llaman tristeza o ansiedad. Vivimos eternamente en un mar de serenidad y calma. Es lo que el corazón humano soñó desde siempre…Deben saber otra cosa: aquí hay un río caudaloso que no sólo recorre de parte a parte el paraíso,, sino también las arterias de todos los que habitamos aquí. Y el río se llama Amor, y el Amor se llama Dios. ¿Cómo les diré? He llegado a mi casa. He llegado a mi Patria. Para siempre. Ya no hay exilio. Dios me tiene cautivado, infinitamente pleno y dichoso, como no se pueden imaginar”… Su hermana Mary Carmen lo dice con toda la sencillez de la fe: “Ignacio está en el cielo”, y habita en nuestro corazón y nos anima en el camino.
Fray Miguel Ángel Ariz.
martes, 12 de noviembre de 2013
Fundador
de los Talleres de Oración y Vida
El pasado
lunes 28 de Octubre de 2013 falleció en la ciudad de Guadalajara
(México) a los 84 años de edad nuestro querido P. Ignacio
Larrañaga.
LOS
GUÍAS DE TOV os invitamos a compartir con nosotros la Eucaristía
que celebraremos el día 14 de Noviembre a las 7 de la tarde en el
Convento de los Capuchinos (Ronda de Capuchinos, junto a gasolinera)
viernes, 1 de noviembre de 2013
HE LLEGADO A MI CASA
"¿Cómo les diré? He llegado a mi Casa.Estoy en mi casa. He llegado a mi Patria.Para siempre. Ya no hay exilio.Estoy vivo, en una eterna fiesta" .
Se va a transmitir directamente estas ceremonias vía internet.A las 12.30 horas de Chile comenzará la Eucaristía. Esperamos que puedan conectarse y así nos unimos los Guías de mundo entero. Tener en cuenta las diferencias horarias.
El link para acceder al video online es el siguiente (PINCHARLO): http://streaminghd.cl/funeralpadreignaciolarranaga
También estará en youtube (PINCHARLO):
https://www.youtube.com/watch?v=Cd3uYvDvhFA
Más información en la página http://www.tovpil.org.
Nuestro querido fundador Padre Ignacio Larrañaga, ha partido a la casa del Padre el día 28 de octubre en la ciudad de Guadalajara. Estaba en plena labor de evangelización dando charlas a los Guías de TOV en México.
Los guías de Sevilla celebraremos la misa en memoria del Padre Ignacio Larrañaga el Viernes 1 de noviembre día de todos los Santos. Lugar capilla San José. Calle Sierpes.
MENSAJE DEL ARZOBISPO DE SEVILLA A LOS GUÍAS: "Queridos amigos: siento en el alma la muerte del P. Larrañaga. Mañana aplico la Santa Misa por él y por vosotros, para que a él le dé el Señor el descanso eterno como siervo bueno y cumplidor, y a vosotros paz, consuelo y fortaleza. Contad con mi afecto y mi bendición. + Juan José.
Ya están confirmados los horarios:Padre Ignacio Larrañaga llegará el sábado 2 de noviembre a las 13:00 a la parroquia de los Capuchinos en Catedral 2345, Santiago.El mismo sábado se realizarán dos Eucaristías: a las 16:00 horas y a las 20:00 horas. La Parroquia estará abierta hasta las 22:00 horas.El domingo 3 de noviembre se realizarán sus funerales: 12.30 horas Eucaristía en la Parroquia San Antonio de Padua (Capuchinos), Catedral 2345, para luego dirigirse al cementerio Parque del Recuerdo.
IN MEMORIAN EL PADRE IGNACIO LARRAÑAGA
"Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente este ser entreñable que se nos fue" (I. Larrañaga)
El pasado lunes 28 de octubre en la ciudad de Guadalajara (México) a los 84 años de edad, se durmió en las manos del Padre Eterno nuestro querido padre Ignacio Larrañaga Orbegozo, sacerdote español, franciscano capuchino;
Mundialmente conocido por sus Encuentros de Experiencia de Dios, con numerosos libros escritos y traducidos a más de 10 idiomas.
Pero su obra más conocida son los Talleres de Oración y Vida, servicio aprobado por la Santa Sede en 1997 y confirmado, según Decreto de Aprobación dado por el Consejo Pontificio para los laicos el 4 de octubre de 2002.
Los Talleres de Oración y Vida (TOV) tienen presencia en más de 40 países y cuentan con más de 18.000 responsables (llamados "guías") por todo el mundo.
Los TOV son un servicio que, desde la perspectiva humana, nos libera de tristezas, angustias y ansiedades.
Sana las heridas de la vida, superando complejos de culpa, de inferioridad, inseguridad,etc... recuperando la estabilidad emocional y la alegría de vivir.
Desde la perspectiva cristiana se asumen los rasgos divinos de Jesús:paciencia, fortaleza, humildad, mansedumbre... y por este camino el cristiano se humaniza, se engrandece y se transforma en apóstol y testigo de Jesús.
Y por último se aprende a orar y a relacionarse con Dios, no de manera teórica sino práctica.
En definitiva los TOV están ayudando a miles de personas a pasar del encanto de Dios al encanto de la vida.
Pero no sólo trabajó para los adultos, sino también para los jóvenes, niños y para los matrimonios. Para cada grupo hay una pedagogía muy acertada y experimentada, le urgía evangelizar.
Realmente se nos ha ido un gran apóstol del siglo XXI que ha dado su vida hasta el final para que nos dejáramos amar por Dios y ser felices.
Ahora a las puertas del cielo podrá decir como San Pablo:
" He combatido el buen combate, he concluido mi carrera, he guardado la fe".
Los guías agradecemos de todo corazón lo que nos ha dado en sus 84 años de vida.
DESCANSA PADRE, HERMANO Y AMIGO
SILENCIO Y PAZ
CRISTINA NAVARRO MARTÍN
COORDINADORA TOV ZONA EUROPA
jueves, 31 de octubre de 2013
domingo, 1 de septiembre de 2013
miércoles, 31 de julio de 2013
SEMANAS DE CULMINACIÓN EN FÁTIMA. AGOSTO 2013
SEMANA DE CULMINACIÓN. AGOSTO
FÁTIMA (PORTUGAL)
FECHA DESDE DOMINGO 11 DE AGOSTO
HASTA EL VIERNES 16 DE AGOSTO
domingo, 3 de febrero de 2013
TALLERES FEBRERO 2013
TALLERES
DE ORACIÓN Y VIDA
EN SEVILLA
FEBRERO 2013
Taller en Carrión de los Céspedes. Martes a las 10:30 de la mañana en la Parroquia de San Martín. Guía: Margarita.
Los interesados contactar con Mª Jesús Pacheco (coordinadora de los TOV en Sevilla). Teléfono 954645302 Móvil 616289024
TALLERES FEBRERO 2013
TALLERES
DE ORACIÓN Y VIDA
EN SEVILLA
ENERO 2013
Taller en Villanueva del Ariscal . Guía: Ana María.
Taller en Sevilla. Lunes 11 h. Guía: Mª Jesús.
Taller en Dos Hermanas. Casa San Pablo Residencia de Mayores. Guía: Isabel Lacayo.
Los interesados contactar con Mª Jesús Pacheco (coordinadora de los TOV en Sevilla). Teléfono 954645302 Móvil 616289024
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